Hemos vivido los Juegos Olímpicos de París 2024 en la gimnasia rítmica como nunca antes. Ha sido un honor contar con dos gimnastas individuales y un conjunto representando a España en estos Juegos. Polina Berezina y Alba Bautista, las gimnastas individuales de la selección española, han brillado en los últimos años con resultados que nos han permitido disfrutar de esta doble participación.
¿Qué nos han parecido sus ejercicios? Nos han emocionado y nos han hecho vibrar haciendo sentir estos Juegos muy de cerca. Así son ellas: cercanas, talentosas y comprometidas, capaces de hacer crecer aún más nuestra pasión por este deporte. Gracias, chicas. Gracias, entrenadoras y gracias a la RFEG.
El trabajo del conjunto todo este ciclo ha sido magnífico, han conseguido que disfrutemos de cada una de las competiciones con sus aciertos y sus errores. Sabemos que el equipo formado por Salma Solaun, Patricia Pérez, Ana Arnau, Inés Bergua y Mireia Martínez es increíble. A veces las cosas no salen como esperamos y es parte de la belleza de la gimnasia. Nos han hecho seguir la rítmica aún más de cerca, sabiendo que había posibilidades de llegar a la final, e incluso de medalla, pero no pudo ser. Eso es competir, y eso es lo que nos encanta.
Seguiremos más comprometidos que nunca con nuestra selección, apoyando su gran trabajo y disfrutando de verlas en el tapiz, emocionándonos con tantas horas de esfuerzo y dedicación. Gracias, Alejandra Quereda, Ana Pelaz y Marta Linares. Estos Juegos nos han recordado qué es el deporte y todo lo bello que hay en él.
Otras gimnastas que no pasaron desapercibidas fueron Taisiia Onofriichuk, la joven ucraniana de 16 años con una destreza, expresión y simpatía que cautiva a cualquiera; Helene Karbanov, la francesa que sorprendió con su técnica y carisma; y la brasileña Bárbara Domingos, quien logró clasificarse para las finales con una madurez y estilo que encantaron a todos. También destacamos a Margarita Kolosov, la alemana que quedó a las puertas de la medalla, y a Ekaterina Vedeneeva, la eslovena de 30 años que sigue compitiendo en las finales, junto a Milena Baldassarri de Italia y Zilu Wang de China, ambas con un nivel impresionante.
En las finales de conjunto, destacamos el gran trabajo de Sara Bayón y Ana Baranova, las entrenadoras que llevaron a España a la plata en Río 2016. Aunque el conjunto francés no logró medalla, nos impresionaron con su ejercicio y el «buen rollo» que transmitían, con una coreografía completa tanto en dificultad como en el aspecto artístico.
Para nuestra sorpresa, Brasil también tuvo un gran papel en el conjunto. Las gimnastas mostraron muchas ganas, algo que vale oro en sí mismo. Lamentablemente, una lesión en una de las gimnastas les impidió competir para pasar a la final, pero sus ejercicios prometían mucho.
El podio final quedó de la siguiente manera: oro para China, plata para Israel y bronce para Italia. Bulgaria, uno de los equipos más fuertes, se quedó a las puertas de la medalla. Este código de puntuación nos ha enseñado que, aunque tu colocación corporal, amplitud de movimiento y carácter artístico sean excepcionales, si fallas, lo pagas caro. ¿Es justo? Es una pregunta abierta.
Para concluir esta entrada sobre París 2024, es triste que la gimnasia rítmica masculina siga sin estar presente. Esperamos que, desde la RFEG y todos los que amamos este deporte, se siga luchando por la igualdad de oportunidades, sin importar el género.
Por último, aprovechamos este espacio para proponer que José Sánchez sea comentarista en la retransmisión de los próximos Juegos Olímpicos, junto con las actuales. Creemos que ha conquistado a medio país y ha aumentado la afición por este deporte desde su memorable retransmisión del Campeonato de España durante la pandemia. ¿Qué opináis?